jueves, 27 de diciembre de 2012

Risas, llantos y amor...

Con estas tres palabras os puedo definir la comida con mi madre, hubo mucho de todo: risas, llantos y amor... Tb para que engañaros algún grito de más, pero la amiga de mi madre (q vino para hacer de arbitro) controló bien, y nos puso siempre a cada una en su sitio. 
La verdad es que me hizo falta armarme de toda la paciencia del mundo, pq mi madre es un poco "especial"... jajjaj.
Os explico, como ya sabéis el caso de Chris, pues entenderéis q para una madre q lo tuvo con 26 años, no fue nada fácil. Y siempre le ha influido, hasta el punto en q mi madre tuvo un año muy dificil, y cayó en depresión. Por aquel entonces yo tenía 16 primaveras, y fue muy duro. Mi madre intentó suicidarse tres veces, y la tuvimos que internar en Madrid en un hospital psiquiatrico para que le ayudaran.
A partir de ese momento, nuestra relación cambio, durante un año yo fui la madre de todos: de mi hermano Chris, de Lucia (mi hermana que entonces tenía 6 años, y ahora tiene ya 15) e incluso de mi padre, q decía q no podía vivir sin mi madre, y por lo tanto se negaba a comer y esas cosas.
Mi madre se recuperó, pero nunca del todo, desde aquel año invertimos los papeles, yo cuido mucho más de ella y de sus hijos que ella misma. Así q la comida de hoy ha sido para eso, para hacerle una llamada de atención y para que se ocupe ella de nosotros,
Tb le he hecho ver que aunque Chris la necesita mucho, nosotros (el resto de la familia) también, y q no puede centrarse solo en él.
Por lo menos me ha escuchado y ha dicho q lo intentará.
Yo le he pedido mimos, pq ella no es nada cariñosa y yo soy como un peluche.
Que conste q a pesar de todo, la entiendo pq su trago es muy muy dificil.


Bueno por último os dejo una poesía q escribí para mis padres:
Para mis padres, con amor
Para ti papá, para ti mamá,
que todo me lo queréis dar
y no os dais cuenta
que con vosotros todo lo tengo ya.
Vosotros me disteis la vida
me enseñasteis a querer
siempre cuidando que nada me faltara...
me hicisteis una gran mujer.
Gracias mamá,
por tus noches en vela,
por estar en mis alegrías y mis penas,
por estar siempre ahí,
por cuidar de mí.
Gracias papá,
por tu amor incondicional,
por estar siempre detrás,
porque siempre has acudido
sin ser ni siquiera llamado
a mis pesares y a mi sufrir,
por estar siempre a mi lado.
Por teneros, doy gracias a Dios
cada día al despertar,
porque sin vosotros 
nada valdría ya.
Perdonarme, si alguna vez
vuestro sacrificio no supe ver
pero aunque no os lo diga
jamás dudéis de mi querer.
Gracias mamá, 
por enseñarme a amar,
por demostrarme lo que es la bondad,
porque contigo aprendí a disfrutar
de la felicidad.
Gracias papá,
por ayudarme a luchar,
por no dejar que me rindiera jamás,
por darme siempre una razón para continuar.
Con esta poesía
sólo pretendo homenajear
a los dos seres más grandes
que han existido jamás.
Os daría el arcoiris
y un millón de cosas más
pero no hay nada 
con lo que os pueda pagar.
Os quiero mucho,
papá y mamá. 
Os quiero mucho, sois lo mejor que la vida me ha dado
Autor de la Poesía: Natalia (Cenicienta)

Besos de cenicienta.

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