Solo después de guardar la maleta me doy cuenta de lo estúpida y lo irracional que soy. ¿Qué va a hacer él si se puso malo?. Por otro lado, no puedo evitar pensar que es una gran casualidad que se haya puesto malo justo ese día.
Duermo la siesta, llamo a Medea para contarle mi gran drama y luego le llamo a él.
No me sale ser cariñosa porque le tengo rencor. Me jode el fin de semana y encima ¿tengo que ser cariñosa? Venga va….
Menuda gilipollas estoy hecha ¿leer mas?
El viernes iba a cenar con Diego algo especial para celebrar su cumpleaños y terminé cenando sola. Fajitas. Con la mano, poniéndome perdida de salsa mejicana y chupándome los dedos cada poco para que no me llegase hasta la muñeca.
El sábado me desperté sudorosa y sola. Le llamé. Me duché y bajé a comprarle zumos, yogur líquido y batidos, para mi compré coca cola, napolitanas de chocolate y donetes.
Por la tarde fui a verle. Hacía siglos que no iba a su casa… Al principio íbamos mucho, pero luego yo empecé a chocar con sus padres y evitaba a toda costa subir, creo que estuve años sin hacerlo.
Estuve con él hasta las nueve. Viendo la tele y dormitando; acariciándole la cabeza y pidiéndole que no se quitase la sábana de la boca, no fuese a contagiarme; haciéndole preguntas pijas como si le gustaban más las chicas Gilmore o Mujeres desesperadas….
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